02 Nov Visita a la familia Civera
Las hermanas de la Comunidad del Grao estuvieron el domingo, 30 de octubre, en Zaragoza, visitando a la familia de Madre Alberta. Fue un encuentro maravilloso, cuyo primer objetivo era hacerles obsequio de varios ejemplares de la novela «Soy tu Pilar. Memorias de mi abuelita», escrita por la hermana Vanesa Guerrero. Mucho más allá de la entrega de los libros, resultó ser un encuentro hondamente emotivo, providencial, cálido, entrañable, donde no han faltado las risas, las anécdotas, los recuerdos y las fotografías familiares.
Crónica de un día formidable
La jornada comenzó con un paseo por algunos de los lugares más emblemáticos de Zaragoza de la mano de Gonzalo de León Civera (tataranieto de la Madre) y de su esposa Elisa Morcillo: el Parque Grande José Antonio Labordeta, los edificios singulares de la Expo 2008, el Palacio de la Aljafería, la Puerta del Carmen (única puerta que queda de la ciudad antigua), la Seo, las murallas romanas, el mercado central, la calle Alfonso o el río Ebro.
La mañana concluyó con la Eucaristía en la Basílica del Pilar y la adquisición de las famosas cintas de la Medida de la Virgen, ante quien tuvieron ocasión de orar por toda la Pureza.
Después de comer tuvo lugar el encuentro familiar en casa de Pilar Sancho Civera (hija de Pilar Civera, nieta de la Madre) y de su hija Enriqueta De la Cueva. También se unió Aurora Civera (hija de Alberto Civera, nieto) y, por supuesto, Gonzalo y Elisa, que fueron en todo momento los organizadores y dinamizadores del encuentro.
La familia Civera nos abre sus puertas
Nuestro más sincero y cariñoso agradecimiento a los cinco: Gonzalo, Elisa, Pilar, Queta y Aurora, que hicieron de guías turísticos y anfitriones, nos abrieron las puertas de su hogar y de su familia, y prepararon todo con sumo amor y cuidado, sin faltar un solo detalle.
Gracias por hacernos sentir en casa, por no reservaros nada, por permitirnos tan generosamente formar parte de vuestra historia y de vuestras vidas. Nuestro cariño y gratitud también al resto de la familia, que no pudieron estar presentes por distintas circunstancias, pero que tienen asimismo su lugar en el corazón de la Pureza.
Que este encuentro sirva como inicio de una renovada relación y comunión entre nosotros, esta gran familia que la Madre nos dejó como legado.
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