Pascua en Misión 2022

Pascua en Misión 2022

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Nueve jóvenes (miembros de Foc, Deja Huella y amigos de la Pureza) acompañadas por las hermanas Mónica Mon y Ruth Egido participaron en la Pascua en Misión que tuvo lugar en Santa María de Montcada (Barcelona). El encuentro convocado por Mn. Atef Eshak Keryakes (administrador parroquial de Santa María de Montcada), a través de una formación online, tuvo lugar del 13 de abril por la noche al 17 de abril por la tarde. Las charlas y las experiencias del encuentro estaban conectadas a la experiencia del Triduo Pascual.

Testimonios de nuestros jóvenes

He deseado ardientemente cenar esta Pascua con vosotras

«Levántate, te hago testigo de lo que has visto; es difícil poner en palabras tanto bien recibido. Y es que Jesús no se guarda nunca nada, se da por entero. Silencioso se hace camino. Realmente está vivo en todo, en miradas que curan el alma, abrazos que saben a hogar y gestos silenciosos que hacen arder el corazón.

Empecé la Pascua con una frase “No espero nada y lo espero todo”, dejándome sorprender con lo que nos tenía preparado. Llegué sin conocer a nadie, sin expectativas y vuelvo con una Familia. He aprendido tanto de cada una de ellas, es increíble poder sentirse tan querida entre aquellas que parecían desconocidas.

Ha sido un regalo poder acompañar al Señor en su última cena, en la pasión y en la cruz; haber podido cargarla con Él y estar a sus pies junto María y Juan, siendo sus Hijas porque Él nos necesitaba. Mirar ese madero y ver nuestro pecado, siendo nosotras quien le damos muerte; pero también ver sus brazos abiertos de par en par invitándonos a entrar en ese Abrazo Eterno; entender que la Cruz es el camino del Cristiano. Hemos podido gozar del Cielo en la Tierra celebrando la Fiesta todas juntas la Vida Nueva que se nos da.

Es verdad que en el servicio se recibe mas de lo que se ofrece, porque vuelvo a casa con fuego en el corazón y llena de esperanza; la palabra gracias se queda corta. Ahora toca bajar del Tabor y continuar nuestra misión en el día a día; aquí es donde nos quiere Jesús, dando testimonio de lo vivido.»

Carla Serra


Días centrales en nuestra fe

«Estos días he podido vivir la Semana Santa con otras jóvenes de la Pureza en la humilde parroquia de Santa Maria de Montcada. Era una experiencia que necesitaba para desconectar del ritmo diario y para descubrir la profundidad que esconden estos días centrales en nuestra fe. Mis expectativas se cumplieron con creces.
No ha sido una misión de «hacer muchas cosas», sino de estar, de permanecer, de ser presencia discreta, disponible, joven, alegre, atenta, de acompañar las celebraciones en la parroquia y a Jesús en estos días. Y, hemos recibido un regalo tras otro. Ha sido una experiencia sencilla pero a la vez, auténtica y profunda.

Aunque a veces se oiga el pensamiento de «Yo no creo en la Iglesia», yo puedo decir que creo en la Iglesia porque han sido días de sentirme Iglesia, en casa y en familia, aunque haya cosas que no termine de comprender. Cada una encontró su lugar y su forma de servir, siendo ella misma y, esto da mucha paz.

Pero no solo eso, además, vuelvo sintiendo que ¡La Iglesia está viva! Por una parte, porque Él está y no deja de hacerse presente con su empeño enamorado, más allá de nuestras limitaciones y podemos encontrarlo Vivo y Resucitado en todo y en todos. Y, por otra parte, porque hay personas buenas, como el P. Atef o los feligreses de esta parroquia, dando testimonio del Evangelio, al modo de Jesus, dando su vida en lo pequeño, con los sencillos, con mucha humildad y generosidad y mostrando que esto vale la pena.

Y vuelvo de esta Pascua en Misión con mucho que agradecer y asimilar y, con un poco de vértigo al volver a mi realidad y tener que enfrentar la recta final de curso, el agobio, el ritmo intenso del día a día… Pero también sabiendo que la misión está ahí, en mi Galilea particular, donde toca llevar la Vida Nueva recibida y con la certeza de que Él está y sale a nuestro encuentro. Y, tras todo lo vivido solo puedo decir GRACIAS.»

Celia Martínez


El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres

Alegría. Agradecimiento. Compartir. Familia. Esas son las palabras que mejor resumen esta Semana Santa en misión. Ocho chicas se juntan cuatro días para hacer misión en Barcelona, sin conocerse de nada y sin saber exactamente a lo que iban. Sin saber el regalo que el Señor les tenía preparado. Me quedo con la certeza de que el Espíritu está vivo, de que actúa y de que si te fijas puedes ver su acción en lo sencillo, en el día a día.

En estos cuatro días he podido sentirme verdaderamente amada por Dios, he podido vivir y experimentar qué aquello que hemos celebrado, el Señor lo hizo por mi, porque me quiere, lo hizo para darme una vida plena. He descubierto una manera diferente de vivir la Semana Santa, más sencilla a la que estaba acostumbrada pero con un sentimiento de Iglesia muy grande, recibiendo cada detalle como un regalo.

Gente a la que no conocíamos de nada, que te acoge como parte de su parroquia. Un párroco que nos abre las puertas de su casa y se pone a nuestro servicio cuando las que íbamos a servir éramos las misioneras. Un Dios tan generoso que ante un mismo signo, las mismas lecturas o las mismas palabras, nos ha regalado a cada una aquello que más necesitábamos.

Sin más expectativas que vivir la Semana Santa y descansar, vuelvo a casa con la convicción de que el Señor ha resucitado y de que cuando confías en el “Hágase” no quedas defraudada.»

María Martínez

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