Encuentro de hermanas mayores +70

Encuentro de hermanas mayores +70

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Nuestras hermanas mayores con +70 años se reunieron en Valldemossa del 9 al 13 de noviembre para pasar unos días de formación y de encuentro.

Crónica del encuentro +70

Jueves

Desde el jueves, empezaron a llegar a Valldemossa, con mucha ilusión las hermanas +70 de las diferentes comunidades. Algunas aprovecharon por la mañana para acercarse a Casa Madre, otras a ver a amistades, para luego, por la tarde llegar a Valldemosa.

Sobre las cinco de la tarde ya había un grupo visitando la Cartuja, y otras se unieron al grupo un poco más tarde, para pasear juntas por el pueblo, mirando sus calles, sus casas tan cuidadas, y la visita obligada, la casa de la Beateta Santa Catalina Tomás.

A las siete de la tarde ya estaba el grupo completo, 31 hermanas de todos los colegios de España. Alegría por el encuentro, a veces, después de 20 ó 30 años sin verse… emoción y alegría. La H. Elisa Anglés, Superiora General, llegó con la H. Carolina Benavent del Equipo de Formación y las hermanas de Sant Cugat, agradecieron mucho su presencia. A las 19:30h., tuvieron la eucaristía, con un sacerdote que vive en el pueblo, tío de una exalumna. Después cena y descanso.

Viernes

El viernes rezaron laudes a las 8:15h., y acto seguido la Eucaristía. A las 10:30h. salieron para Pollensa, muy contentas. Primero se acercaron a la iglesia parroquial, donde hicieron una oración junto a la pila bautismal, donde recibió M. Alberta el bautismo. Visitaron también la sacristía, donde hay un cuadro de la Madre. Después visitaron la casa natal de M. Alberta, descubriendo sus rincones, la cocina, su habitación, aquí hubo una gran sesión de fotos desde la ventana. Para terminar la mañana, fueron a ver la escultura que representa a M. Alberta enseñando. Allí se hicieron una foto de grupo, y disfrutaron juntas. Rezaron el rosario en el bus de regreso a Valldemossa.

Por la tarde dieron comienzo las jornadas de formación, “Siempre en plenitud” con la ponente, Angeles Lozano, laica de la Institución Teresiana de Pedro Poveda. Tenían muchas ganas de escuchar y de aprender, para vivir el tiempo que va quedando en continua acción de gracias y gratuidad. Después de la tarde de formación tuvieron adoración y vísperas.

Sábado

El sábado también rezaron laudes a las 8:15h. y después la Eucaristía. Por la mañana emprendieron la formación. A las 13.30h., rezaron el rosario en la parte antigua de la casa, en la pequeña capilla, y en el jardín y el banquito de piedra, donde M. Alberta se sentaba a menudo, cuando venía aquí. Por la tarde continuaron la formación. Siempre con buen sabor de escuchar a Ángeles Lozano, la ponente. A continuación descanso, Adoración y vísperas.

Domingo

El domingo tuvieron laudes a las 9:00h. Después del desayuno continuaron la formación. Después de ultimar algunas pequeñas cosas pendientes, se pusieron a trabajar, primero en particular y después en grupo, con un cuestionario, sobre lo explicado y compartido. Después hubo puesta en común, hablando con libertad de todo lo relacionado con lo escuchado. Después rezaron el rosario, de nuevo en la casa antigua, cerca de la capilla.
Después de comer la H. Xiskya Valladares les compartió su experiencia en el Sínodo de la Sinodalidad en Roma, fue muy enriquecedor. A las 16:30h., con gran alegría, salieron hacia Palma, a Casa Madre. Al llegar rezaron ante el sepulcro, y con la Virgen de la Pureza, pasearon por la casa. A las 18:00h. tuvieron eucaristía, mucha emoción en cada una de las hermanas, dando gracias por lo vivido y recibido, así como el regalo de celebrar la eucaristía en Casa Madre. Momentos de emoción en la celebración. Terminada la eucaristía con el canto del Bendita sea tu Pureza, fueron hasta el sillón donde falleció M. Alberta, y allí hicieron una pequeña oración que preparó M. Arbona, y terminaron cantando el himno a Madre Alberta. Visitadas todas las salas, bajaron a la biblioteca de las residentes, donde había preparado una merienda mallorquin estupenda.
Pasamos un rato estupendo y tranquilo, disfrutando de la compañía de tantas hermanas en un ambiente festivo y alegre.

Lunes

El lunes, rezaron las laudes a las 8:15h. y después celebraron la Eucaristía. Comenzaron las despedidas y durante la mañana fue la salida hacia el aeropuerto de las hermanas de la península y de las Islas Canarias.

Algunos testimonios del encuentro

«Esos días en Valldemossa fueron para mí una experiencia preciosa: me imaginaba a M. Alberta por el jardín, por los alrededores de la casa y sobre todo en la Capilla. Sentí que estaba con nosotras compartiendo nuestras inquietudes y sobre todo la alegría profunda de ser y estar en la Pureza.

GRACIAS, mil gracias a todas las hermanas que han tenido “la feliz idea” de que viviéramos juntas estos días ¡¡ No me olvidaré nunca!!»

H. Mª Mercedes González


«Estos días para mí han supuesto renovación del entusiasmo por seguir adelante , alegría por el encuentro y un agradecimiento grande a las HH que lo promovieron y organizaron.»

H. Teresa Capote


«Deseo dar las gracias de todo lo bien que nos ha ido y que cojamos los ejemplos de Madre Alberta y todos los que nos han hablado estos días porque todo ha sido verdaderamente claro, estoy muy agradecida y muy contenta. Lo digo todo con mi corazón abierto, os doy las gracias y os mando un saludo cariñoso.»

H. Sacramento


«+70. Suena bien. En este caso el signo positivo augura cosas buenas. Y Valldemossa siempre apetece. Además, la ponente tiene buen currículo. Definitivamente me dije: Voy.
Y no me arrepentí. El +70 resultó enriquecedor. Ya solo por la acogida, la perfecta organización, la alegría de los reencuentros, los detalles, el ambiente generado, la vivencia de la cercanía de la Madre, Casa Madre, Pollensa… valía la pena. Pero, es que el contenido del mini-curso (hubiera deseado más), también.

Las expectativas que una podía haberse creado al tratarse de una ponente médico, se fueron desmontando poco a poco. Lo fácil era haber recurrido a consejos sobre alimentación, ejercicio físico, evitar riesgos, etc, pero eso quedó muy corto. Lo bueno fue que partió de una visión holística que animaba a vivir en profundidad todas las dimensiones de la persona, para hacer del envejecer, un arte. Y, sobre todo te espoleaba el convencimiento de que vivir desde DENTRO (a propósito las mayúsculas), mejora el FUERA propio y el de los demás.
Sentí que la audiencia no hubiese sido más numerosa incorporando incluso a gente más joven porque, cuanto más pronto se aprenda a vivir gozosamente la finitud, mejor.

Agradezco de verdad la posibilidad que se nos ofreció de adquirir y compartir tanta sabiduría, porque, no lo olvidemos, los años la producen en cantidad. Desde aquí pido ya un +71, +72, +73… etc.»

H. Marta Monfort

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